Después de dar a luz a su hija en 2008, la vida de Heather Kern cambió. Se enteró que padecía una enfermedad cardíaca congénita, y empezó a subir de peso a causa de sus medicinas, comer en exceso e inactividad.
Courtesy Heather Kern
'La vida no había terminado' —
Durante su embarazo, Kern subió 18 kilos. Luego de ser diagnosticada, llegó a pesar más de 117 kilos en cuestión de cuatro años.
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'La vida no había terminado' —
Su enfermedad cardíaca hizo que ejercitarse fuera casi imposible, así que empezó a contar calorías. Limitó su consumo de calorías a 1.200 calorías al día durante un par de meses, y bajó más de 9 kilos.
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'La vida no había terminado' —
De 2011 a 2013, Kern le prestó atención a lo que comía. "No me incliné por dietas de moda. Traté de seguir una dieta verdaderamente equilibrada con proteínas, cereales integrales, frutas frescas y vegetales. Aprendí que mientras más sano comes, más puedes comer", dice.
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'La vida no había terminado' —
Kern posa con su hermano para Navidad en 2012, a la izquierda, y en 2013, a la derecha.
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'La vida no había terminado' —
A Kern le llevó dos años bajar 56 kilos. Ahora, pesa 61 kilos y puede hacer ejercicios livianos en el gimnasio. "Cuando me diagnosticaron, tenía una pequeña bebé. La idea que tenía en la cabeza era que nunca la iba a ver crecer, y eso me impulsó," comenta ella.